Por tanto, cuando los niños utilicen esta herramienta, es necesario que haya una atención por parte de los padres, es decir, que los niños la utilicen siempre en compañía de los padres.
Si tenemos un ordenador en casa, hay que ponerle una serie de límites para que el niño no pueda entrar en determinadas páginas ,puesto que le pueden perjudicar sin que nosotros o él mismo se de cuenta.
Riesgos relacionados con la información.
Acceso a información poco fiable y falsa. Existe mucha información errónea y poco actualizada en Internet, ya que cualquiera puede poner información en la red.
Dispersión, pérdida de tiempo. A veces se pierde mucho tiempo para localizar la información que se necesita.
Acceso de los niños a información inapropiada y nociva. Existen web que pese a contener información científica, pueden resultar inapropiadas y hasta nocivas (pueden afectar a su desarrollo cognitivo y afectivo) para niños y menores por el modo en el que se abordan los temas o la crudeza de las imágenes.
Acceso a información peligrosa, inmoral, ilícita. Existe información poco recomendable (pornografía infantil, violencia, todo tipo de sectas...) y hasta con contenidos considerados delictivos que incitan a la violencia, el racismo, la xenofobia, el terrorismo, la pedofilia, el consumo de drogas, participar en ritos satánicos y en sectas ilegales, realizar actos delictivos...
Riesgos relacionados con la comunicación interpersonal
Recepción de mensajes personales ofensivos. Al comunicarse en los foros virtuales, como los mensajes escritos (a menudo mal redactados y siempre privados del contacto visual y la interacción inmediata con el emisor) se prestan más a malentendidos que pueden resultar ofensivos para algunos de sus receptores, a veces se generan fuertes discusiones que incluyen insultos e incluso amenazas.
Pérdida de intimidad. En ocasiones, hasta de manera inconsciente al participar en los foros, se puede proporcionar información personal, familiar o de terceras personas a gente desconocida. Y esto siempre supone un peligro. También es frecuente hacerlo a través de los formularios de algunas páginas Web que proporcionan determinados servicios gratuitos (buzones de e-mail, alojamiento de páginas Web, música y otros recursos digitales...).
Acciones ilegales. Proporcionar datos de terceras personas, difundir determinadas opiniones o contenidos, plagiar información, insultar, difamar o amenazar a través de los canales comunicativos de Internet... puede acarrear responsabilidades judiciales (como también ocurre en el "mundo físico").
Malas compañías. Ponerse en contacto con personas que utilizan identidades falsas con oscuras intenciones, en ocasiones psicópatas que buscan víctimas para actos violentos o delictivos a las que prometen estímulos, experiencias y amistad.
Adicción a frecuentar los entornos sociales: chats... Los usuarios no dependientes tienen más tendencia a comunicarse con las personas conocidas. Los adictos buscan más conocer gente nueva y buscar el apoyo en los grupos de la red; a veces se crean varias personalidades virtuales.
Juego compulsivo. Internet está lleno de web con todo tipo de juegos, algunos de ellos tipo casino con apuestas en dinero; pueden fomentar ludopatía en determinadas personas. Compras compulsivas: comercio electrónico, subastas...
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